El proyecto nace como un refugio de tranquilidad y funcionalidad, diseñado para adaptarse a las necesidades de aquellos que cultivan la tierra y buscan la comodidad en medio de la naturaleza. Con una arquitectura sencilla y sin ornamentos, esta vivienda está diseñada para establecer un diálogo con su entorno e integrarse en el paisaje que la rodea.
La casa cuenta con un diseño abierto que permite la entrada de luz natural, creando un ambiente cálido y acogedor. Está compuesta por dos volúmenes: una pieza en forma de T y una torre mirador exenta.
La distribución de la vivienda es práctica y funcional, con una sala de estar espaciosa y una cocina equipada para preparar comidas con los productos propios de la finca. La zona de noche, anexa a la zona de día, está compuesta por un dormitorio en suite con un patio, que proporciona un espacio de privacidad y relajación. La torre-mirador, separada por una lámina de agua, se concibe como una vivienda independiente y ofrece una vista panorámica del paisaje.